La leyenda de la Llorona: Versión revolucionaria
En esta version, la historia de la Llorona data de la época de la revolución mexicana en Mexico, aunque al ser un país grande no se sabe dónde se supone que ocurrieron los hechos; sin embargo, lo más probable es que haya iniciado en la Ciudad de México.
¿Quién no recuerda aquella revolución mexicana de 1910?
La Revolución mexicana fue un conflicto armado que se inició en México el 20 de noviembre de 1910, cuyos antecedentes del conflicto se remontan a la situación de México bajo la dictadura conocida como el porfiriato. Porfirio Díaz ejerció el poder en el país de manera dictatorial desde 1876 hasta 1911.
Según la leyenda, durante esa época, en un pequeño y remoto pueblo existió una bella y joven mujer, la cual cargaba la responsabilidad de tres hijos ya que desde hace un buen tiempo había quedado viuda y formaba de la pobreza que había por aquella época. En ese mismo pueblo, esta mujer se había enamorado perdidamente de un pelotón del ejercito mexicano muy fuerte y varonil. El militar, al notar la belleza de la mujer, comenzó inmediatamente a seducirla y la citó en la cantina del pueblo.
Ya estando ahí le dijo que se fuera del pueblo con él, prometiéndole riquezas, lujos, poder y recorrer el país entero juntos. Al escuchar estas palabras, la mujer imediatamente se ilusionó con todo aquello que el hombre le decía. Sin embargo, esa ilusión se fue desvaneciendo casi instantáneamente al confesarle al general que ella contaba con tres hijos. El militar, poniendo cara de disgusto, le afirmó que todo eso era para ella solamente, no para sus hijos. Es entonces que la mujer entró en pánico, al ver como sus sueños se desmoronaban.
Por ese motivo, la mujer había salió de la cantina rumbo a su casa. Mientras caminaba por el pueblo rumbo a su casa, comenzó a pensar que irse con el militar sería buena idea y, según ella, estando con ella y sus hijos jamás podrían ser felices viviendo en la miseria...
Es aquí que la mujer tomó la decisión más egoísta e inhumana que una madre podría hacer: Llegando a su casa, se dirigió hacia donde dormían sus hijos, los despertó a mitad de la madrugada y, estando medio dormidos, los hizo caminar hacia un arroyo cercano. Fue allí donde uno por uno los fue sumergiendo en el agua hasta ahogarlos completamente, dejando sus inocentes cuerpos flotando entre la corriente.
Sin ninguna gota de remordimiento y aún estando empapada, fue corriendo rumbo hacia la cantina a verse con su amado, completamente feliz por la supuesta nueva vida que le esperaba.
Al entrar nuevamente en la cantina, sintió que el corazón se le salía del pecho, al ver aquel general hablando cariñosamente con otra joven mujer y haciéndole las mismas promesas que le había hecho a Luisa horas antes. Es allí que la mujer perdió la razón y comenzó a gritar y reclamarle al militar, mismo quien delante de los presentes afirmó no conocerla y, sacando su revolver, le apuntó directamente a la cabeza, advirtiendo que si no se marchaba imediatamente la mandaría a fusilar. La mujer, en un estado de locura, confesó a gritos el asesinato de sus propios hijos, para después salir corriendo llorando y gritando adentrándose en el monte.
A la mañana siguiente, se econtraron los cuerpos de los niños en el río y de la mujer nunca se supo más.
Pero al poco tiempo se empzaron a escuchar aquellos fuertes gritos y lamentos de dolor que provenían de los más profundo del monte: Al parecer el alma en pena de aquella mujer.
Fue así como se supone que había nacido la leyenda de la Llorona. Y desde entonces, bajo el contexto revolucionario, se comenzó a contar que todas las noches, sobre todo en los poblados rurales, se solían escuchar los llantos de una mujer que lloraba por sus hijos, siempre descrita como una mujer vestida enteramente de blanco, cuyo rostro estaba oculto por un espeso velo y que por eso, a pesar de la transparencia notoria, nadie podía verle la cara. En otras versiones, mantenía su rostro oculto con su cabello largo, negro y desmelenado...
Al igual que en la versiones antiguas de este monstruo, también se trata de un espíritu o espectro aterrador que se aparece en lugares donde haya agua como ríos, arroyos, lagos, lagunas, albercas y/o aljibes, ya que, según creencias, la Llorona busca en estos lugares a los hijos que ellas misma sacrificó. Hasta también es fácil encontrarla en noches lluviosas.
También tiene el carácter de un espectro asustador de niños desobedientes, tal como lo es el Coco de la península Ibérica; en el cual se dice que la Llorona se los lleva consigo para que nunca más sean vistos.
De aquí que la Llorona pasara ser considerada como una leyenda urbana...
¿Y tú? ¿Alguna vez has escuchado esta versión?
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